lunes, 18 de mayo de 2020

Lecturas...

Martín Fierro                                José Hernández
(fragmentos)

Mi gala en las pulperías
Era, en habiendo mas gente,
ponerme medio caliente,
Pues cuando puntiao me encuentro
Me salen coplas de adentro
como agua de la virtiente.

Cantando estaba una vez
En una gran diversión,
Y aprovecho la ocasión
Como quiso el Juez de Paz...
Se presentó, y ahi nomás
Hizo arriada en montón.

Juyeron los más matreros
Y lograron escapar:
Yo no quise disparar,
Soy manso y no había porqué,
Muy tranquilo me quedé
Y ansi me dejé agarrar

Ni los mirones salvaron
De esa arriada de mi flor,
Fué acoyarao el cantor
Con el gringo de la mona,
A uno solo, por favor,
Logró salvar la patrona.

Formaron un contingente
Con los que del baile arriaron,
Con otros nos mesturaron,
Que habían agarrao también,
Las cosas que aquí se ven
Ni los diablos las pensaron.

A mí el Juez me tomó entre ojos
En la ultima votación:
Me le había hecho el remolón
Y no me arrimé ese día,
Y él dijo que yo servía
A los de la esposición.

Y ansí sufrí ese castigo
Tal vez por culpas ajenas,
Que sean malas o sean güenas
Las listas, siempre me escondo:
Yo soy un gaucho redondo
Y esas cosas no me enllenan.

Al mandarnos nos hicieron
Mas promesas que a un altar,
El Juez nos jué a proclamar
Y nos dijo muchas veces:
Muchachos, a los seis meses
Los van a ir a relevar.

De los pobres que allí había
A ninguno lo largaron,
Los más viejos rezongaron,
Pero a uno que se quejó
En seguida lo estaquiaron,
Y la cosa se acabó.

A naides le dieron armas,
Pues toditas las que había
El Coronel las tenía,
Sigun dijo esa ocasión,
Pa repartirlas el día
En que hubiera una invasión.
Al principio nos dejaron
De haraganes criando sebo,
Pero después... no me atrevo
A decir lo que pasaba...
!Barajo!... si nos trataban
Como se trata a malevos.

Porque todo era jugarle
Por los lomos con la espada,
Y aunque usté no hiciera nada,
Lo mesmito que en palermo,
Le daban cada cepiada
Que lo dejaban enfermo.

¡Y que indios, ni que servicio;
Si allí no había ni cuartel!
Nos mandaba el Coronel
A trabajar en sus chacras,
Y dejábamos las vacas
que las llevara el infiel.

Más de un año nos tuvieron
En esos trabajos duros;
Y los indios, le asiguro
Dentraban cuando querían:
Como no los perseguían,
Siempre andaban sin apuro.

Aquello no era servicio
Ni defender la frontera;
Aquello era ratonera
En que sólo gana el juerte:
Era jugar a la suerte
Con una taba culera.

Allí tuito va al revés;
Los milicos son los piones,
Y andan en las poblaciones
Emprestaos pa trabajar;
Los rejuntan pa peliar
Cundo entran indios ladrones.

Yo he visto en esa milonga
Muchos Jefes con estancia,
Y piones en abundancia,
Y majadas y rodeos;
He visto negocios feos
A pesar de mi inorancia.

Y colijo que no quieren
La barunda componer;              
Para eso no ha de tener,
El Jefe que esté de estable,
Mas que su poncho y su sable,
Su caballo y su deber.

Ansina, pues, conociendo
Que aquel mal no tiene cura,
Que tal vez mi sepoltura
Si me quedo iba a encontrar,
Pensé mandarme mudar
Como cosa más sigura.  

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Una Excursión a los indios Ranqueles                                                                Lucio V. Mansilla
(fragmento)

Oigamos discurrir a los bárbaros. Conversando un día con Mariano Rosas, yo hablé así: -Hermano, los cristianos han hecho hasta ahora lo que han podido, y harán en adelante cuanto puedan, por los indios.
Su contestación fue con visible expresión de ironía: -Hermano, cuando los cristianos han podido nos han muerto; y si mañana pueden matarnos a todos, nos matarán. Nos han enseñado a usar ponchos finos, a tomar mate, a fumar, a comer azúcar, a beber vino, a usar bota fuerte. Pero no nos han enseñado ni a trabajar, ni nos han hecho conocer a su Dios. Y entonces, hermano, ¿qué servicios les debemos?
Yo habría deseado que Sócrates hubiese estado dentro de mí en aquel momento a ver qué contestaba con toda su sabiduría. Por mi parte, hice acto de conciencia y callé... Hasta entonces había cumplido con mi deber, en mi humilde esfera, según lo entendía.
Pero mi conducta personal no podía ni debía ser un argumento contra las humillantes objeciones del bárbaro.
No me cansaré de repetirlo: No hay peor mal que la civilización sin clemencia. Es el gran reproche que un historiador famoso le ha dirigido a su propio país, censurando su política en la India como conquistador

Los ranqueles derivan de los araucanos, con los que mantienen relaciones de parentesco y amistad. Tienen la frente algo estrecha, los juanetes salientes, la nariz corta y achatada, la boca grande, los labios gruesos, los ojos sensiblemente deprimidos en el ángulo externo, los cabellos abundantes y cerdosos, la barba y el bigote ralo; los órganos del oído y de la vista más desarrollados que los nuestros, la tez cobriza, a veces blancoamarillenta, la talla mediana, las espaldas anchas, los miembros fornidos. Pero estos caracteres físicos van desapareciendo a medida que se cruzan con nuestra raza, ganando en estatura, en elegancia de formas, en blancura y hasta en sagacidad y actividad. En una palabra, los ranqueles son una raza sólida, sana, bien constituida, sin esa persistencia semítica , que aleja a otras razas de toda tendencia a cruzarse y mezclarse, como lo prueba su predilección por nuestras mujeres, en las que hallan más belleza que en las indias, observación que podría inducir a sostener que el sentimiento estético es universal. Conversando con un indio, cambiamos estas palabras: -¿Qué te gusta más, una china o una cristiana? -Una cristiana, pues. -¿Y por qué? -Ese cristiana, más blanco, más alto, más pelo fino, ese cristiana más lindo.

La conquista pacífica de los ranqueles, cuya fisonomía física y moral conocemos ya, para absorberlos y refundirlos, por decirlo así, en el molde criollo, ¿sería un bien o un mal? En el día parece ser un punto fuera de disputa, que la fusión de las razas mejora las condiciones de la humanidad.
Cuando nuestros primeros padres los españoles llegaron a América, ¿qué mujeres traían? ¿El gobierno de la Metrópoli hizo con sus colonias lo que los gobiernos de Francia e Inglaterra hicieron con las suyas? ¿Mandó a ellas cargamentos de prostitutas? ¿No tuvieron los conquistadores que casarse con mujeres indígenas, entroncando recién entre sí, pasada la primera generación? Y entonces, si es así, todos los americanos tenemos sangre de indio en las venas, ¿por qué ese grito constante de exterminio contra los bárbaros?
Los hechos que se han observado sobre la constitución física y las facultades intelectuales y morales de ciertas razas, son demasiado aislados para sacar de ellos consecuencias generales, cuando se trata de condenar poblaciones enteras a la muerte o la barbarie.
¿Quién puede decir cuál es el punto donde se ha de detener una raza por efecto de su propia naturaleza? ¿Cuál es el orden de verdades al alcance de ciertas razas, vedadas para otras? ¿Cuál es la clase de operaciones practicables para los órganos de tal pueblo, que no conseguirá jamás practicar otro? ¿Cuáles son las virtudes propias de tal o cual organización? ¿La frenología ha pronunciado acaso su última palabra? ¿Entre las razas reputadas más perfectibles, no se hallan naciones tan bárbaras, tan esclavas y viciosas como en las demás? Nos horrorizamos de que entre los ranqueles se vendan las mujeres, y de que nos traigan terribles malones para cautivar y apropiarse las nuestras.
¿Y entre los hebreos, en tiempo de los Patriarcas, el esposo no le pagaba al padre el mohar o precio de la hija?
¿Y entre los árabes la viuda no constituía parte de la herencia o de los bienes que dejaba el difunto? ¿Y en Roma, no existía el coemptio , es decir, la compra y el usus , o sea la posesión de la mujer? ¿Y en Germania, como lo muestra la Ley Sajona, no existían el mundium , y costumbres análogas? ¿Y los visigodos, no tenían las arras , especie de precio nupcial, que reemplazaba la compra pura y simple, recordando la vieja usanza?
¿Y los francos, no pagaban el valor de las esposas a los padres, que éstos dividían con aquéllas?
Si hay algo imposible de determinar, es el grado de civilización a que llegará cada raza: y si hay alguna teoría calculada para justificar el despotismo, es la teoría de la fatalidad histórica. Las calamidades que afligen a la humanidad nacen de los odios de razas, de las preocupaciones inveteradas, de la falta de benevolencia y de amor. Por eso el medio más eficaz de extinguir la antipatía que suele observarse entre ciertas razas en los países donde los privilegios han creado dos clases sociales, una de opresores y otra de oprimidos, ES LA JUSTICIA. Pero esta palabra seguirá siendo un nombre vano, mientras al lado de la declaración de que todos los hombres son iguales, se produzca el hecho irritante, de que los mismos servicios y las mismas virtudes no merecen las mismas recompensas, que los mismos vicios y los mismos delitos no son igualmente castigados.
Por más que galopé tuve que dormir otra noche en el camino. Al día siguiente, temprano, llegaba a orillas del Río Quinto. Había andado doscientas cincuenta leguas, había visto un mundo desconocido y había soñado... Las galas de abril embellecían el verde panorama de la Villa de Mercedes, donde los esbeltos álamos y los melancólicos sauces llorones crecen frondosos a millares. El día estaba en calma, mi alma alegre.
Reímos sin inquietud cuando debiéramos estar taciturnos o gemir. ¡Somos unos insensatos! Y cuando tenemos un momento lúcido es para exclamar amargamente: ¡ay! ... Yo amo, sin embargo, el dolor y hasta el remordimiento, porque me devuelve la conciencia de mí mismo.



LA ESTRUCTURA DE PODER EN LAS TRIBUS AMIGAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES (1830-1850) * Silvia Ratto

Pueblos Indígenas y Migraciones en la pampa - AA/VV pág. 18 a 29

El "comunismo" en Jujuy: ideología y acción de los campesinos indígenas de la puna en la segunda mitad del siglo XIX - Gustavo L. Paz

RESISTENCIA A LA OBLIGACIÓN DE ARMARSE. RECLUTAMIENTO Y SERVICIO MILICIANO EN LA GUARDIA NACIONAL DE FRONTERA, BUENOS AIRES 1852-1879 - Leonardo Canciani*-

"Gauchos" "Montoneros" y "Montoneras" - Ariel de la Fuente

jueves, 14 de mayo de 2020

Pensando a la población de la nueva nación

Después de la caída de Rosas la controversia Unitarios-Federales se vuelca a favor de una organización nacional de corte federal...pero federalismo a la latinoamericana.
Las guerras civiles continuaran por un tiempo más, mientras tanto los pensadores más emblemáticos de la generación del 37 son los encargados de pensar esa organización, también con sus diferencias.
Después de ver "Civilización y Barbarie" aquí dejamos las ideas de Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento de como llevar al pueblo hacia la civilización.


Belgrano, Bolívar, Egaña y Rivadavia comprendieron desde su tiempo que sólo por medio de la educación conseguirían algún día estos pueblos hacerse merecedores de la forma de gobierno que la necesidad les impuso anticipadamente. Ellos confundieron la educación con la instrucción, el género con la especie (…) Ellos no vieron que nuestros pueblos nacientes estaban en el caso de hacerse, de formarse, antes de instruirse, y que si la instrucción es el medio de cultura de los pueblos ya desenvueltos, la educación por medio(...)

La instrucción primaria dada al pueblo más bien fue perniciosa. ¿De qué sirvió al hombre del pueblo el saber leer? De motivo para verse ingerido como instrumento en la gestión de la vida política, que no conocía; para instruirse en el veneno de la prensa electoral, que contamina y destruye en vez de ilustrar; para leer insultos, injurias, sofismas y proclamas de incendio, lo único que pica y estimula su curiosidad inculta y grosera. No pretendo que deba negarse al pueblo la instrucción primaria, sino que es un medio impotente de mejoramiento comparado con otros, que se han desatendido

Poblar es educar, mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente(…)Mas para civilizar por medio de la población es preciso hacerlo con poblaciones civilizadas; para educar a nuestra América en la libertad y en la industria es preciso poblarla con poblaciones de la Europa más adelantada en libertad y en industria”.
Juan Bautista Alberdi . Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.
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(...)Nace la obligación de todo gobierno a proveer de educación a las generaciones venideras, ya que no puede compeler a todos los individuos de la presente a recibir la preparación intelectual que supone el ejercicio de los derechos que le están atribuidos (…)Un padre pobre no puede ser responsable de la educación de sus hijos; pero la sociedad en masa tiene interés vital en asegurarse de que todos los individuos que han de venir con el tiempo a formar la nación, hayan por la educación recibida en su infancia, preparándose suficientemente para desempeñar las funciones sociales a que serán llamados.1


El poder, la riqueza, y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral, e intelectual de los individuos que la componen; y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar estas fuerzas de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean. La dignidad del Estado, la gloria de una nación no pueden ya cifrarse, pues, sino en la dignidad de condición de sus súbditos; y esta dignidad no puede obtenerse, sino elevando el carácter moral, desarrollando la inteligencia, y predisponiéndola a la acción ordenada y legítima de todas las facultades del hombre.
Domingo Faustino Sarmiento. De la Educación Popular. 



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ACTORES SOCIALES ENTRE 1862 Y 1880

Formación de un mercado de trabajo libre en el proceso de integración al mercado mundial.

Reseña del texto de  Hilda Sábato "Trabajar para vivir o vivir para trabajar: empleo ocasional y escasez de mano de obra en Buenos Aires, ciudad y campaña. 1850-1880"

En el marco de la incorporación al mercado como país productor de lana y de la escasez de mano de obra caracterizada por la abundancia de trabajadores ocasionales de baja calificación y poca estabilidad se construye un mercado de trabajo que ofrece empleo ocasional. Así tanto el mercado como la cultura se entrelazan en la formación de un mercado de trabajo ocasional.
Ya desde el plan Rivadaviano existe una política de disciplinamiento llevada a cabo desde el Estado, política bastante ineficiente ya que las posibilidades alternativas de subsistencia y la escasez de brazos le permitieron al habitante - gaucho, campesino, peón- libertad de elección. Por lo que en la década del '70 se deciden abolir las medidas de coerción menos el reclutamiento forzoso.
Por otro lado el mercado perseguía organizar una oferta de fuerza de trabajo disciplinada y acostumbrada al empleo regular pero no aseguraba que el empleo fuera estable ya que la "producción de lana exigía, por una parte, provisión regular de brazos que debían adaptarse a los nuevos requerimientos de disciplina y control de la estancia ovina, y por otra una dotación de miles de trabajadores ocasionales que se ocupaban sólo en la temporada de esquila" .
El empleo ocasional se extendía a la ciudad en el momento de la exportación (fletes, barracas, hoteles). Lo cíclico del empleo también afectaba a las obras públicas las que se emprendían en momentos de expansión y se abandonaban en momentos de crisis (ferrocarriles, obras de salubridad de Buenos Aires).
Estas condiciones de inestabilidad del mercado de trabajo posibilitaron que el sector autónomo haya funcionado como reserva de mano de obra y su misma existencia y expansión habrían sido una consecuencia del crecimiento del sector capitalista.

En la década del '70 se da a nivel nacional y provincial un fuerte debate sobre el uso de la coerción para obtener mano de obra debido a que, si bien no existe una protesta social organizada por las características descriptas, hay manifestaciones de oposición a la política oficial de estimular la inmigración y desatender la mano de obra nativa.Ver aquí
El periódico se ha constituido en el defensor de los derechos desconocidos y violentados del habitante de la campaña.
En el Martín Fierro (la Ida) José Hernández denuncia los excesos cometidos por el Estado en la frontera representado en la figura del juez de paz.
Defensor del gaucho como la mano de obra adecuada para la tarea rural ve concretadas sus propuestas cuando se hace la Campaña al Desierto y se organiza el reclutamiento regular dejando de lado la leva forzosa, por ello empieza a escribir La Vuelta en la que aconseja obedecer la ley.

El primero de enero de 1872 se produjeron los Hechos de Tandil en los que un grupo de gauchos convocados por un curandero conocido con el nombre de Tata Dios arremetió y mató a treinta y seis inmigrantes de diversas nacionalidades. Si bien Jerónimo de Solané (Tata Dios) fue tomado preso el 5 de enero murió en la cárcel por lo que nunca se llegó a conocer su testimonio.

En el resto de las provincias resulta difícil construir las posibilidades de trabajo en economías de subsistencia. Para los habitantes de los pequeños pueblos de agricultores de La Rioja el alistarse en las montoneras les permitía: acceder a la carne y a la ropa. La necesidad de trabajo lo lleva a reclutarse dentro de las fuerzas unitarias, a las que terminan denostando cuando no les pagan diciendo "soy hombre del Chacho"(Ariel de la Fuente)
Los integrantes de las montoneras no eran marginales ni profesionales de las luchas partidarias, por el contrario, la presencia de labradores, artesanos y trabajadores que llevaban una vida estable sugiere que las montoneras era una de las formas que tomaban las luchas partidarias y uno de los modos que los gauchos participaban en política.
Tampoco eran la expresión de una democracia bárbara ya que había jerarquías y disciplina militar. Una de las motivaciones principales de integrarse a una montonera era cubrir la necesidad material de carne, ropa y dinero pero esto no significa un vacío ideológico, había con el caudillo identificación cultural y personal.

Hasta el momento nos referimos a actores sociales que actuaban en forma individual y cuando lo hicieron en conjunto fueron movilizados desde afuera.
El caso de La protesta de La Puna, estudio hecho por Gustavo Paz, tiene un carácter distinto: es comuntario y está basada en una resistencia étnica-cultural constante que en 1874 devino en rebelión por la acción de agentes externos: gobierno provincial y Estado nacional.

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La cuestión indígena

Este trabajo trata sobre las etnias indígenas de la pampa húmeda y la región patagónica y su relación con los criollos.
 Desde la Tradición al Revisionismo Histórico se ve al mundo criollo y al mundo indígena como dos mundos separados. Mundo que estaba relacionado antes de la Revolución de Mayo, después parece que cada uno toma su rumbo.
Desde la perspectiva de la historiografía liberal la civilización arrasa con la barbarie; desde el revisionismo, este estado nacional elitista logra arrasar con las comunidades indígenas.

La realidad es que nunca se cortaron las relaciones entre los dos mundos (hispano criollo – indios y estado nacional- indios, para comprender esto debemos replantear la idea de frontera interna e internacional. La frontera fue una zona de intercambios donde los indios tomaron cosas de los cristianos (caballo, espuelas, vicios) y los cristianos comerciaban y también los reclutaban para sus guerras.

Los indígenas en la 1º década del siglo XIX son incorporados políticamente, la cosa cambia después de 1810, porque en el ámbito de lo que sería la República Argentina, los patriotas de primera hora tanto en las primeras juntas como en la Asamblea del año XIII no hacen mención a los indígenas pampeanos como habitantes del país. Tampoco se alude al territorio que ellos ocuopan como parte del territorio nacional. Las proclamas de la 1º Junta como los de la Asamblea se tradujeron al quechua, aymara y guaraní solamente.
De todas formas a los indígenas no le importaban mucho estas cuestiones mientras se siguiera gobernando en nombre del rey con quien habían hecho alianzas que reconocían su autonomía en Chile desde 1641 y esta nueva república en las pampas en 1790. Esta situación de autonomía construida por indios y españoles es la que no reconocieron los primeros gobiernos patrios en ambos lados de la cordillera, es más, en Buenos Aires comenzaron los proyectos oficiales de expansión sobre las tierras indias apenas instalada la Primera Juntai. Aparece el conflicto, aparece el malón y se comienza a delimitar la frontera: Dolores 1817; Tandil 1823. 

Hay que tener en cuenta que que el mundo indígena no es homogéneo, llegan grupos del lado chileno al mando del Lonco Catriel que van a establecer alianzas para defender la provincia y para solucionar la falta de mano de obra. Si bien los negocios eran pacíficos nunca cesaron las expediciones a territorios indígenas y se concertaban sitios de intercambio.

Rivadavia deja la negociación y envía al general Rauch a combatir a los indios, esta política la mantiene Manuel Dorrego. Los indígenas pierden autonomía política y se ponen nuevos puestos de frontera para controlarlos 25 de mayo, Laguna Blanca, Bahía Blanca, en zona sur se logra mantener cierto equilibrio que no se logra en zona norte. En San Nicolás hay ataques indígenas y esto se debe a la llegada de los grupos del otro lado de la cordillera que defienden a los realista aun ya terminada la guerra de la independencia en el Río de la Plata, eran grupos Ranqueles aliados de los Araucanos.

Durante la guerra civil entre unitarios y federales también hay una lucha para ganarse a los pueblos originarios para su causa. Ya en 1830 los federales estaban identificados con el indio abstracto como símbolo de la nacionalidad que se estaba construyendo y tenían una relación tanto amistosa como conflictiva.
Los unitarios conservaban una distancia social y cultural mayor, para ellos todo indígena era un “salvaje” sin valor alguno, pero las circunstancias forzaron la conciencia “civilizada” de los unitarios e hicieron que también se acercaran y trataran de usar las fuerzas indígenas contra los federales.
La relación entre los cristianos y los indígenas era de amistad y conflicto que se manejaban por medio del lenguaraz blancos que viven entre los indios y conocen ambas lenguas. Los indígenas soberanos eran muy fácil de movilizar, su alta motivación más allá que se unan a tal o cual causa era al final contra todos los cristianos, tenían una política de sacar provecho de toda situación conflictiva entre los criollos y, a veces, sus necesidades resueltas por una sociedad con más recursos que las de ellos, hacía esa tarea relativamente fácil. Pero sus técnicas, sus motivaciones más profundas, sus decisiones y juicios sobre lo que más les convenía eran difíciles de cambiar y controlar aún para los más hábiles líderes criollos.
Por ejemplo, con Rosas, los indios siguiendo al gaucho Molina, lenguaraz, logran apoderarse de todos los caballos y ganado de los unitarios y también de estancieros extranjeros. Si bien apoyan a Rosas no lo obedecen fielmente, porque también atacan sus estancias. Es una situación confusa donde se dan momentos de negociación y momentos en que se niegan. Rosas al emprender su “campaña al desierto” lo hace con el plan de negociar, hacer que los indios se queden en paz a cambio de la obtención de vicios (yerba, tabaco, alcohol) cuando mengua el suministro vuelve el malón.

En la década del 50 ya sin Rosas al Estado de Buenos Aires se le plantea la necesidad de buscar una solución al tema, sin embargo se sigue acudiendo a la rivalidad entre las comunidades para asociarlas al nuevo conflicto Buenos Aires-Confederación.
Cuando Asume Mitre como presidente se plantea la ocupación del territorio, pero primero tiene el plan de derrotar a los caudillos federales de La Rioja y Catamarca y hacerse cargo de la Guerra contra Paraguay.
Durante la presidencia de Sarmiento, preocupa más la cuestión chilena que los indígenas en sí mismos. A los indígenas se los ve como parte del proyecto chileno, sobre todo porque la economía chilena de la Patagonia gira en torno al crecimiento cerealero de Chile que a la relación con el Estado Argentino.
Cuando asume Nicolás Avellaneda incorpora a Adolfo Alsina como ministro de guerra. Alsina propone para solucionar la cuestión indígena trazar una zanja que vaya desde Río IV hasta Bahía Blanca e instalar una línea de fortines. El objetivo era evitar el robo de ganado, hacer sucesivas zanjas y a medida que se avanza incorporar al indígena al Estado y al que se opone hacerle la guerra. Se incorporaría sus tierras para el cultivo y mano de obra, no estaba la idea de eliminación. Leer aquí para ampliar (pg. 16 a 23)
Alsina fallece el 29 de diciembre de 1877 y en su lugar asume Julio A.Roca.

Roca propone como proyecto modernizador la ocupación efectiva del territorio en base a dos principios el capital y la propiedad privada. El Estado necesita comprar tecnología y armas y para conseguir el capital para hacerlo pone a disposición -en venta- las tierras a conquistar, es decir se venden tierras para la producción de materias primas antes de que se conquiste (la compran inversores) incorporando la propiedad privada.
Roca logra en 1789 hacer efectiva la ocupación la ocupación de la confluencia de los ríos Neuquén y Limay, y hasta el año 85 continúan las campañas para incorporar el resto de la Patagonia.


iBELCHIS, Martha, Fuerzas indígenas en la política criolla del siglo XIX, en CAUDILLISMOS RIOPLATENSES, nuevas miradas a un viejo problema Noemí Goldman Ricardo Salvatore compiladores.